Museo de Ciencia Luoyang

Apostamos por una arquitectura que evoque la interacción con el ciudadano; una arquitectura al servicio del uso, de la utilidad. Una arquitectura que sustente eficientemente tanto los programas como que muestre su vocación accesible y participación cultural y social. Nuestra propuesta “construye” el espacio y sólo representa la construcción, pura y bella construcción del espacio.

El material formal que proponemos está supeditado a la variación del tránsito del día a la noche, al tránsito del sol sobre su superficie y en su interior.

Se propone una vegetación de distintos colores y portes, que asegure que siempre existirán árboles en floración en el entorno. Los diferentes tamaños hacen que la alineación de árboles sea más orgánica y
natural.

Se respeta el masterplan propuesto ya que los edificios se disponen radialmente, de manera que se producen las mínimas obstrucciones entre ellos. Decidimos generar zonas blandas proponiendo montículos que van jugando con los distintos elementos que cosen el terreno, recorridos, rampas y
canales desdibujan las zonas duras para crear conexiones orgánicas que articulen la propuesta.

Realizamos un juego con los diferentes azoteas buscando una comunicación entre los diferentes elementos arquitectónicos para lograr relaciones tanto visuales como virtuales y a su vez poder coser el plan urbanístico general.

Adaptándonos a los ordenes del Feng Shui en relación a la orientación del edificio hemos decidido distribuir las distintas salas de exposiciones en función del mismo.